miércoles, 7 de octubre de 2015

¿Cómo te va de mamá?

Hace unos días vi a un amiga que hace mucho no veía y obvio terminamos hablando del tema de la maternidad y me encantó su pregunta: ¿Cómo te va de mamá?....

La verdad creo que increíble. Ha sido un viaje loco, la subida estuvo muy empinada al principio, hubo dos grandes retos que cruzar, pero poco apoco llegamos a la parte donde las cosas son un disfrute diario y total, que no quiero decir que no hemos disfrutado cada día, al contrario, ver un chango chiquitito, totalmente dependiente e "inútil" (suena mejor frágil....jejejeje) e irlo viendo crecer, aunque sea un cliché, es una cosa hermosísima, pero debemos admitir que sin un manual pues hay cosas que no sabes hacer y obvio terminas metiendo la pata.

Lo más complicado definitivamente fue la inexperiencia y la falta de sueño al principio. Yo siempre he sido insoportable cuando estoy muy cansada, en especial porque soy mega ultra intolerante y esas primeras semanas donde no duermes más de 40 minutos seguidos durante días y días que parecen años, me convirtieron en una especie de &%$@# vieja loca! que mordía con cada palabra, así que los primeros días fueron del terror... pobres del argentino y de mi mamá que con toda la paciencia del mundo me aguantaron sin ahorcarme.
Yo me hubiera ahorcado 7 veces.


  Yo sin dormir por cualquier cosa.










Después de esos días nos sentimos listos para volver a casa y emprendimos otra aventura, donde la parte difícil ahora fue como pareja. El argentino siguió con su rutina normal, donde se despertaba a las 6am, se iba a trabajar, regresaba 12 horas después, igual de cansado que siempre, y yo esperaba en mi cansancio que me relevara en mis labores de mamá, cosa que no sucedió tal cual. 
El llegaba y obvio, como papá primerizo no sabía ni qué hacer, ni como ayudar, ni nada, así que tampoco cumplía con mi lista de expectativas, así que un par de meses después nos dimos el agarrón de nuestras vidas, en el que yo jure que me dejaba y el se ríe cada vez que se lo digo. 
Nunca habíamos peleado de esta manera, dijimos cosas horribles... fue una experiencia del terror, pero ahí sacamos todo lo que traíamos atorado y fue donde me di cuenta finalmente de los errores que estaba cometiendo y de lo insoportable que estaba siendo, de cómo habían cambiado las cosas para nosotros y de qué era lo que tenía que cambiar. Afortunadamente creo que le pasó lo mismo a él...  porque al día siguiente nos vimos  con otra actitud y las cosas empezaron a  funcionar de nuevo... y de ahí en adelante hemos ido aprendiendo a ser nosotros con un gran ajuste.

El error más recurrente que he cometido es tener modos de 💩, que de por sí, siempre he tenido un tacto de muñón, como me decía un buen amigo al que extraño, con un hijo y cansada, bueno. Eso y asumir que los demás piensan o adivinan lo que esta dentro de mi cabeza, esperando que hagan las cosas justo como yo quiero y ser papás es todo lo contrario, es abrir la cabeza, revolverla con las ideas de tu pareja, escuchar miles de consejos de todos, procesarlos y dar pasitos...

Lo que les puedo recomendar es que hablen, digan las cosas, si están cansadas y tienen modos de orco, diganlo, disculpense, tengan calma y con su pareja, no esperen cosas, platiquen qué necesitan, escuchen y les juró que va a ser más fácil. Nosotros hemos disfrutado cada momento y ahora hasta de ese pleito horrible nos reímos.

¿y a ustedes cómo les fue?


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